Estudios de viabilidad

Cuando se plantea la instalación de un vivero de castaño (Castanea sativa), el objetivo principal debe ser la producción eficiente de plantas de castaño de alta calidad con la máxima garantía para el cliente. Ello, supone garantizar la adaptación de las plantas a las características ecológicas de la zona de plantación, presentar buenas aptitudes de producción y ser resistente a las principales enfermedades que, actualmente, afectan al cultivo.

El castaño es una especie emblemática y con fuerte tradición en Asturias. Durante siglos, la castaña, ha formado parte de la alimentación básica de la región, sobre todo en las épocas de mayor escasez. Lamentablemente, debido a la despoblación de las zonas rurales, a la introducción de otros cultivos y, a la incidencia de enfermedades y plagas como la Tinta, causada principalmente por el hongo Phytophthora cinnamomi, se produjo un importante abandono del cultivo. A pesar de ello, el castaño sigue siendo una especie ampliamente distribuida en Asturias, aunque los aprovechamientos son mínimos y no comparables al intenso aprovechamiento, tanto para fruto como para madera, que se realizaba en los siglos pasados.

Hoy en día, hay en marcha varias iniciativas de producción de castaños, y los viveros existentes suelen tener un número reducido de las variedades más comerciales y habituales.

Para que la implantación de un vivero especializado en castaño tenga éxito como negocio, hay que planificar correctamente el modelo adecuado y el lugar de la región donde se desarrolla el proyecto, así como el mercado al que dirigir el producto. Esta planificación, añadida a una gestión e imagen profesional, conseguidas mediante la formación técnica y un producto de garantía y calidad, como elemento diferenciador, aumentará las posibilidades de alcanzar la viabilidad del negocio.